¿Por qué no se debe ir al cole cuando se está enfermo?

Llegados a este punto del curso es habitual que bajen las temperaturas y quien más quien menos empiece a notar la influencia de esta o aquella enfermedad (véase gripe, gastroenteritis, etc.), así que hemos pensado que es importante explicar por qué cuando un niño o niña enferma no debe ir al cole.

En primer lugar está prohibido. La normativa dice que cuando un niño o niña tiene una enfermedad contagiosa no debe acudir al centro. A edades tempranas el sistema inmunológico no está desarrollado y es habitual que se contagien de cualquier enfermedad con la que entren en contacto, incluso si ya la han padecido y se han recuperado no es de extrañar que vuelvan a caer si sigue latente en su entorno.

De hecho, para regular estas situaciones, el médico de familia debe firmar un documento explicando el diagnóstico y asegurándose de que no hay riesgo de contagio. Y yendo aún más lejos, si fuese necesario administrar medicamentos, hay que llevar también esa autorización firmada al centro. Las educadoras no pueden decidir medicar a un niño o niña, ya que esa iniciativa corresponde a las familias y su médico o médica de cabecera y siempre notificado por escrito.

Dejando atrás el aspecto normativo, debemos también apelar al sentido común. Una criatura de menos de 3 años y enferma no debe salir de casa. Entenderéis lo cruel que resulta muchas veces para el personal educativo tener que ocuparse de un niño o niña enferma y al que en su casa han llevado igualmente al cole por considerar que no estaba lo suficientemente mal.

Como adultos sabemos que al enfermar necesitamos reposo y a ser posible que alguien nos preste ayuda para superar esa situación lo antes posible, así que es lógico que en el caso de niños y niñas menores de 3 años esta situación sea incluso más delicada. Su organismo aún se está formando y no están acostumbrados a lidiar con ciertas sintomatologías, así que el sufrimiento es mucho mayor que el nuestro, puesto que ya sabemos cómo lidiar con ciertas dolencias y aunque realmente no sepamos, al menos sí que conocemos nuestro cuerpo lo suficiente como para saber qué es lo que necesita en ciertas situaciones.

Obviamente siempre hay casos que se salen de toda lógica y son en realidad los que más duelen: aquellos en los que se trata de engañar a las educadoras. Como es lógico después de lo que hemos explicado, las profes no van a permitir que alguien acuda al centro bajo lo síntomas de cualquier enfermedad, así que hay casos en los que se medica a los niños y niñas en casa para tratar de camuflar la patología y poder dejarlos en la escuela. Pero esta “estrategia” tiene las patas muy cortas: las profes conocen a su alumnado y a lo largo de una jornada escolar identifican perfectamente cuándo están enfermos. Tal y como es su deber, las responsables del centro van a llamar a las familias para que recojan a los suyos aunque sepan que no los van a ir a buscar o que la propia familia no lo considere necesario. Quieren lo mejor para los peques y saben que en la escuela no se lo van a poder dar.

Así que por favor, tomad conciencia, sed responsables y quered a vuestros hijos e hijas, si están enfermos su sitio no es el cole, deberían estar en casa con alguien cercano que se pueda ocupar de ellos y ellas. Sabemos que muchos papás y mamás trabajan y les resulta complicadísimo conseguirlo, pero a veces es necesario sacrificarnos por quien más queremos.

 

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